Aparte del seguro de Responsabilidad Civil obligatorio, conviene contratar coberturas complementarias para nuestra moto.
Acertar con el seguro de moto resulta sencillo si consideramos el uso que le damos a esta y cuáles son nuestras peculiaridades a la hora de utilizarla. No tendrán las mismas necesidades un conductor ocasional que otro que la utilice durante su trabajo o se suela desplazar en compañía. Te ofrecemos una serie de observaciones para valorar qué tipo de seguro de motos te conviene más.
1. Analizar el uso que le damos a nuestro moto. No será lo mismo tener que asegurar una moto que utilizamos frecuentemente para desplazarnos por ciudad, que una que empleamos para largos viajes o si la empleamos para deportes de competición. De hecho, el tipo de moto y la cilindrada afectará al precio de este seguro.
2. Elegir un tipo de seguro. Existen tres tipos diferentes de seguro de motos si atendemos a las coberturas básicas que ofrecen las distintas compañías aseguradoras.
• El más básico es el seguro de moto a terceros, que incluye la cobertura de responsabilidad civil, obligatorio para circular. Esta cobertura incluye los daños a terceros, pero no cubre al vehículo asegurado ni al conductor en el caso de que sea culpable del siniestro.
• Seguro de moto a terceros ampliado: este tipo de póliza para motocicletas incluye por lo general asistencia en carretera, seguro para el conductor y cobertura en caso de incendio o robo. Se trata de una cobertura recomendable ya que tiene una cobertura mayor para situaciones que pueden llegar a suceder con probabilidad.
• La opción más completa es el seguro de moto a todo riesgo. Se trata de la opción de mayor coste pero que nos ofrece garantías plenas. Dependiendo de la compañía con la que contratemos, se trata de seguros con franquicia o límite de indemnización. Entre otras coberturas, podemos encontrar daños en el casco, asistencia jurídica o gestión de sanciones de tráfico.
3. Comprobar las condiciones de la compañía y la forma de pago. La opción más económica que ofrecen las compañías suele ser la cuota única de la prima del seguro, pero también ofrecen opciones como fraccionar el pago de carácter mensual o trimestral. Deberás ser consciente de que en cuantos más pagos dividas el pago, se incrementará más el recargo. No está de más leer las condiciones de la compañía en el caso de sufrir un siniestro, por conocer si existe la libre elección de taller si nuestra moto sufre desperfectos o averías, y conocer si los daños del titular de la moto también están cubiertos por la póliza.