Con la llegada del verano y las altas temperaturas, aumenta el uso de la moto para circular en carretera. No es para menos: se trata de un vehículo muy práctico que nos evita los típicos atascos de automóviles que se dirigen hacia la playa, además de ayudarnos a conseguir un mejor aparcamiento.
Al aumentar la presencia de motos en nuestras carreteras durante los meses de verano, también aumenta la siniestralidad. Esto se debe en parte a que muchos motoristas, ante las altas temperaturas prefieren prescindir de la protección habitual (y necesaria) sobre el asfalto.
No obstante, se puede combatir el calor en moto sin tener que renunciar a nuestra seguridad, teniendo en cuenta una serie de consejos prácticos y medidas.
Comprueba el estado de tu moto
Antes de nada, comprueba que tu moto esté perfecta para circular. Desde aspectos técnicos hasta el propio seguro de tu moto, lo primero será revisar que todo esté en orden, especialmente si ha estado aparcada el resto del año.
La moto es una fuente de calor y sufrirá además la exposición a las altas temperaturas, lo cual puede afectar al consumo de aceite o de líquido refrigerante. Revisa además en este último caso que no existan fugas.
Los neumáticos sufrirán el calor del asfalto, por lo que es conveniente revisar que estén en perfecto estado antes de salir y que tengan el punto de presión ideal. Comprueba también las pastillas de freno y la cadena, para asegurarte que esté perfectamente engrasada.
En cuanto a la documentación, asegúrate de que tu moto ha pasado la ITV y que tienes el seguro y carnet de conducir vigentes. A veces, algunas cosas que nos parece que no tendrán repercusiones pueden acarrear una importante multa.
Qué ropa llevar en moto en verano
Antes de coger nuestra moto durante la época estival, debemos recordar que, excepto la climatología, el resto de condiciones serán las mismas: el mismo asfalto, los mismos riesgos.
Lo primero por tanto será no olvidar que, en la moto, nuestro cuerpo es el chasis, y este debe ir protegido igual que el resto del año. No obstante, existen formas de ir en moto de forma un poco más cómoda cuando suben las temperaturas.
Cazadora y pantalones
Es demasiado frecuente que nos “olvidemos” tanto de la cazadora como de los pantalones propios de ir en moto durante el verano: son las prendas que más calor dan y tendemos a pensar que con llevar el casco será más que suficiente.
Grave error. Y no solo porque de esta forma nuestro cuerpo y piel estarán más expuestos a las posibles abrasiones del asfalto, sino que también lo estaremos al propio sol, lo que puede ocasionarnos quemaduras.
La mejor opción es contar con este tipo de prendas adaptadas a las altas temperaturas: existe ropa técnica para moto con ventilación especial para el verano, con perforaciones que nos ayudan a pasar menos calor sin reducir nuestra protección en carretera.
Guantes
Lo mismo que sucede con la ropa especial para moto, sucede con los guantes. En verano, estorban. No nos damos cuenta de que proteger nuestras manos y muñecas es muy importante, puesto que son las que conducen nuestra moto y que pueden hacernos perder la estabilidad.
Por suerte, también existen guantes especiales para las altas temperaturas que incluyen sistemas de refrigeración y ventilación (lo cual puede que sea incluso más agradable en tus manos que no llevar nada). Además, te ayudarán a protegerte del calor del manillar de la moto cuando se queda al sol.
Calzado
Para ir en moto con tus pies protegidos, la mejor opción siempre es disponer de unas botas especiales. Las piernas y pies son la parte del cuerpo donde más lesiones (y abrasiones) sufren los motoristas, y el motivo es la falta de protección. No deja de ser curioso que descuidemos las extremidades inferiores al conducir en moto, teniendo en cuenta que se trata de la zona que va más cerca del asfalto a estas velocidades.
En verano, podemos elegir un modelo de caña corta para no pasar tanto calor. Una opción son las botas urbanas, hechas generalmente de cuero y más cómodas para esta época del año. Además, llevan refuerzos interiores en tobillos y protección en talones y/o puntera.
Lo importante al fin y al cabo es que nunca, bajo ningún concepto, te llegues a plantear el conducir con tus chanclas de playa o en sandalias: además del riesgo evidente, te enfrentas a una multa de 200 euros.
Casco
Indispensable en cualquier época del año, nunca debemos de olvidarnos llevarlo puesto y correctamente sujeto. Si nuestro cuerpo es el chasis, nuestra cabeza siempre debe llevar este tipo de protección.
En verano muchos conductores de moto optan por dejar aparcado el casco integral y preferir uno multi-modular. Los cascos integrales son los que más nos protegen, pero también los que más calor dan, puesto que están hechos de una sola pieza que nos cubre la cara y la barbilla, además de la cabeza y la nuca.
Con la opción multi-modular en cambio, aunque la protección sea un poco menor, podremos desmontar algunas de sus piezas para no pasar tanto calor, al menos cuando hagamos paradas y sin necesidad de retirar completamente el casco.
Recuerda que en todo caso tu casco debe estar homologado, en cualquiera de la variante que elijas. Y que este deberá estar perfectamente sujeto durante toda la conducción.
Consejos contra el calor en moto en verano
- Humedécete la ropa: es un viejo truco de los motoristas durante el verano. No te preocupes porque la ropa se secará al cabo de unos cuantos kilómetros, pero mientras tanto irás más fresco y conseguirás bajar la temperatura unos grados. También te ayudará el colocarte una toalla mojada en la nuca durante las paradas.
- Evita las horas centrales: puede parecerte muy obvio, pero a menos que sea indispensable, es conveniente evitar conducir a mediodía cuando el sol pega más fuerte. Lo mejor es hacerlo por la mañana hasta las 12 y esperar después por lo menos hasta las 4 de la tarde.
- Hidrátate mucho: aunque no vayas en moto, pero especialmente si lo haces, ya que estarás más expuesto al sol. Haz las paradas necesarias para beber agua durante el trayecto y airearte un rato. Y no sigas conduciendo si te encuentras mareado o fatigado, ya que puede ser un síntoma de deshidratación.